¿Cuáles son las enfermedades respiratorias que más afectan a las grandes personas?
Seguramente alguna vez has escuchado la frase “se envejece como se vive”. Nadie puede negar que esto es una realidad, sin embargo, existen otros factores que están relacionados con la salud general de los adultos mayores.
Con el paso de los años el sistema inmune comienza a deteriorarse provocando que los adultos mayores se encuentren más propensos a padecer enfermedades en vías respiratorias, o incluso, por el mismo proceso de envejecimiento, se debilitan los músculos respiratorios y disminuyen las funciones pulmonares.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de las principales enfermedades respiratorias en adulto mayor, es la neumonía. De hecho, es la primera causa de muerte en personas de más de 60 años. Otras de las principales causas de decesos, en la población en general, son las infecciones respiratorias agudas (IRAS), la tuberculosis, el cáncer de pulmón y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
El asma, la rinitis, faringitis y bronquitis, también se encuentran dentro de este grupo de enfermedades y, según datos del boletín del Instituto Nacional de Geriatría, publicado en 2019, los adultos mayores tardan más tiempo en manifestar algún tipo de enfermedad en comparación con una persona joven, debido a que minimizan y normalizan sus síntomas o presentan poca tos o flema.
Ahora, seguro te preguntarás, ¿Cómo puedes identificar entre una persona sana y una que no lo está? Existen muchos factores que debes tomar en cuenta, sin embargo, puede ser un signo de alarma cuando tu actividad física se reduce junto con tu energía, sientes cansancio constante, desinterés por tus actividades cotidianas y en ocasiones depresión.
¿Qué hábitos puedo realizar para mejorar la condición de mi sistema respiratorio?
Existen hábitos que mejorarán de forma significativa la salud pulmonar de aquellas Grandes Personas que buscan prevenir o recuperarse de una enfermedad del sistema respiratorio. Síguelas al pie de la letra y verás los resultados.
Protegerte del clima
Los cambios constantes de temperatura afectan el sistema respiratorio y pueden ocasionar gripas, alergias, o que el cuerpo no se termine de recuperar de alguna enfermedad previa. Es recomendable estar al tanto de los pronósticos del clima para estar preparado si hay cambios repentinos. En el caso de meses o estaciones con temperaturas bajas, debes estar abrigado y considerar el uso de alguna vitamina o suplemento que refuerce el sistema inmune, siempre y cuando esté aprobado por el médico de cabecera del adulto mayor.
Mantente activo
El ejercicio ayuda a mejorar tu salud física y mental, debido a que se transporta más oxígeno al cuerpo, se desecha el dióxido de carbono de los pulmones y se oxigena el torrente sanguíneo.
Asegúrate que la actividad que realices se apegue a tus necesidades, pero sobre todo a tus posibilidades. Empieza poco a poco y ve subiendo el nivel paulatinamente.
Quita el tabaco
Definitivamente el fumar prolongadamente está directamente ligado a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), al cáncer de pulmón y otros padecimientos de vías respiratorias. Dejar el hábito, o encontrar espacios libres de humo, garantizará que se reduzca el riesgo de contraer alguna infección.
Ejercita tu respiración
Se pueden llevar a cabo por el simple hecho de mejorar la respiración del día a día, o durante la terapia de rehabilitación pulmonar, para aumentar los niveles de oxigenación del cuerpo, disminuir la frecuencia de respiración y mantener las vías respiratorias abiertas. Se recomienda hacerlos durante prácticas como el yoga, tai chi o la meditación.
Limpiar los espacios
Mantener tu casa y los lugares de trabajo libres de polvo o suciedad, evitará que las Grandes Personas desarrollen alergias e infecciones en vías respiratorias por moho. Incluso, la participación de los adultos mayores en las actividades de limpieza, ayuda a la salud mental. Solo tener en cuenta las capacidades de cada uno al momento de repartir tareas en el hogar.
Una buena alimentación
Llevar un régimen de alimentación balanceado favorece la salud del sistema respiratorio. Comer alimentos ricos en vitamina C y D ayudará a fortalecer el sistema inmune. La leche, el salmón, las guayabas, y el huevo; además de almendras, avellanas y demás semillas, ayudará a fortalecer el sistema inmune y evitar futuras complicaciones en vías respiratorias.
Ahora que conoces toda esta información, es momento de que pongas en práctica dichas acciones y que las conviertas en hábitos, pues el objetivo es que alcances el bienestar.
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